
En esta edición de “Salón Verde”, Alexandro Saco, exdirector de Promoción de la Salud del Minsa, brinda algunos enfoques que ayudarían a fortalecer los servicios que brinda el sistema de salud a nivel comunitario.
De acuerdo con cifras oficiales, el Ministerio de Salud cuenta con alrededor de 8,000 establecimientos de salud del primer nivel de atención distribuidos en todo el territorio nacional.
Según Alexandro Saco, abogado, salubrista y exdirector de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud (Minsa), hace falta una visión que permita un manejo integral de estos establecimientos y sus profesionales y la relación que mantienen con las necesidades sanitarias específicas de la población a la que atienden.
“El Minsa es una organización muy normativa y ello complica el trabajo de las personas que se encargan de gestionar la atención en el primer nivel, porque tienen que cumplir con una fuerte carga de labores administrativas”, señaló el especialista.
Según la opinión de Saco, el Ministerio de Salud debe orientar sus esfuerzos a facilitar el trabajo de los profesionales de salud, quienes son los que atienden el día a día de las necesidades sanitarias de la población. “A diferencia de los grandes hospitales, el primer nivel no requiere de grandes volúmenes de inversión, sino de shots directos al cuello”.
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De la mano con la comunidad
Otro de los retos pendientes se encuentra en la forma cómo se organiza el territorio alrededor de los establecimientos de salud. Para el exfuncionario del Minsa, es indispensable la participación de los actores comunitarios en la promoción de la salud. “El establecimiento es el llamado a organizar a la población para que esta participe y contribuya, por ejemplo, a una política de alimentación saludable o de prevención de la anemia”, sostuvo.
En ese sentido, Saco resaltó experiencias positivas como la que se logró al brindar incentivos a los gobiernos locales que lograran organizar redes de promotoras de salud para que hagan más de 200,000 visitas mensuales a niños menores de 3 años para prevenir la anemia. “El Ministerio de Salud no hubiera podido ejecutar esta acción por sí mismo, ahí es donde interviene la promoción de la salud a nivel comunitario en coordinación con los municipios”, agregó.
No obstante, la limitación presupuestal hace que muchas de las demandas no puedan ser atendidas. “El trabajo de promoción de la salud consiste en dinamizar y conectar a la población con el sistema sanitario. Muchas veces vemos un establecimiento del primer nivel y pensamos está abandonado, y sí, puede ser verdad, pero se puede hacer mucho por él y por la población si con una inyección no tan grande de dinero convertimos a los I-3 y I-4 en lugares con consultas de las cuatro especialidades básicas, atención odontológica y centro de diagnóstico”, resaltó Saco.
El especialista finalizó reflexionando sobre la necesidad que tiene el Minsa de adecuarse a las distintas necesidades sanitarias que existen en cada espacio territorial del país. “Tenemos que pensar en qué nos enfocaremos de acuerdo con la realidad de la población. En ese sentido, ninguna normatividad permitirá que las cosas fluyan con normalidad, lo que debe hacer es adecuarse a esa realidad territorial barrial, pero si se puede desarrollar una norma que justamente brinde mayor capacidad de decisión en el marco de una política nacional de salud pues obviamente hay que hacerla”, culminó.