
En una nueva edición de “Caminante Lunar”, el médico salubrista Juan Pablo Murillo reflexionó sobre las políticas públicas aplicadas en el sector salud con evidencia basada en el campo de los recursos humanos.
Para asegurar la efectividad de los sistemas de salud es necesario disminuir los desequilibrios y déficit existentes en la fuerza de trabajo. Precisamente, en el sector uno de las grandes brechas es la cantidad de trabajadores de la salud y cómo estos son distribuidos en el país. Uno de los mayores desequilibrios se relaciona con el déficit numérico de los recursos humanos en atenciones médicas.
Para identificar estos déficits a nivel mundial en los sistemas de salud, la Organización Mundial de la Salud definió un indicador denominado densidad de recursos humanos, que es la suma de médicos, enfermeras y obstetras por 10 mil habitantes o por mil habitantes. Este indicador ha sido considerado como referente mundial por los sistemas de salud para la implementación de estrategias que permitan el cierre paulatino de las brechas tanto de número como de distribución al interior de los países.
En el Perú se han hecho esfuerzos importantes en los últimos 15 años para mejorar esa disponibilidad. En los últimos 15 años se ha pasado de tener esta densidad de recursos humanos de alrededor de 19 por 10 mil habitantes a 41 por 10 mil habitantes.
En ese sentido, Juan Pablo Murillo, médico salubrista, participó de una nueva edición de “Caminante Lunar” para reflexionar sobre la falta de recursos humanos en la salud pública.
“En el campo de recursos humanos en salud, el Perú se encuentra en un estado de transición positiva. Ahora tenemos acceso a evidencias para evaluar instrumentos de políticas, por ejemplo, en el proceso de aseguramiento. Yo creo de que están dadas todas las condiciones para que los próximos cinco años podamos estar en condiciones de generar mucha más evidencia que nos permita analizar nuevos procesos, estudiar aspectos territoriales y sobre todo tener un análisis mucho más dinámico de de estos flujos y reflujos de personal que son eventos mucho más dinámicos de lo que solemos percibir”, mencionó.
Mira la entrevista completa aquí:
Asimismo, el especialista señaló que así como hay una cierta mejora el Perú aún tiene muchas brechas por cerrar las cuales se pueden agravar por efectos de la post pandemia y la inseguridad alimentaria.
“En el Perú, donde tenemos un una triple carga de malnutrición, estos impactos van a ser muy grandes y eso va a generar enormes necesidades, que ni siquiera las estamos planteando más allá del de la del diagnóstico de la identificación de riesgos. Lo que se necesita es comenzar a desplegar redes de cuidado de los territorios y eso implica tener una base de bienes públicos en salud mucho más amplia, que es la que consideran probablemente actualmente los modelos de aseguramiento”, agregó.
Finalmente, Murillo sostiene que en el país se puede plantear un modelo de atención muy similar al de México, donde hay una política de recursos humanos que permite crear un ambiente de cooperación e innovación.