

Organismos internacionales advierten que entre junio y septiembre del 2022 se generará una gran crisis alimentaria en todo el mundo, a causa de conflictos y la pandemia del Covid-19. En ese sentido, el médico Enrique Jacoby, especialista en nutrición y salud pública, explica las repercusiones que esto puede tener en nuestro país.
La pandemia del Covid-19, los conflictos bélicos y el sobre endeudamiento de varios países de América Latina, son tres aspectos tomados en cuenta por organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que ya advirtieron de una inminente crisis alimentaria entre los meses de junio y septiembre del 2022.
Ante estos hechos alarmantes y, sobre todo, considerando la inestabilidad del Ministerio de Desarrollo Agrario, que en menos de un año viene cambiando a cinco ministros, algunos de ellos duramente cuestionados por la opinión pública. Por estos motivos, el médico, Enrique Jacoby, experto en nutrición y salud pública, comentó en el programa “Asunto Público”, que en el Perú esta situación es mucho más agravante por la falta de políticas agroalimentarias.
“Históricamente en el Perú no ha existido una política agroalimentaria. Una política agroalimentaria tendría directamente comisión y acción sobre los temas de inseguridad alimentaria de hambre y los problemas que pasa el país en desnutrición y anemia, entre los niños y también los problemas que tenemos de sobre consumo de alimentos ultraprocesados que producen enfermedades crónicas. Estos son los terrenos en los que tendría que estar actuando”, precisó.
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Asimismo, señaló que en la historia del Perú, se registran dos ocasiones en las que el Estado ha respondido antes una emergencia alimentaria provocada por daños colaterales de conflictos mundiales. Las mismas que se dieron entre 1939 – 1945, en el periodo del presidente Manuel Prado, y 1945 – 1948, en el mandato de José Luis Bustamante y Rivero, por el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
“Por supuesto, cuando hay una situación de emergencia se necesitan intervenciones (del Estado). No hacer las mismas de siempre. Es decir, no hacer nada”, agregó.
El experto también hace mención a la relación directa entre la alimentación y la salud. Una inminente crisis alimentaria agravaría y expondría aún más las falencias que viene arrastrando el Perú por décadas.
“En el Perú hay muy poca intervención para levantar el estado nutricional que es equivalente a la salud de la población. Sin una alimentación saludable es inviable la posibilidad de hablar de salud. Hoy en día no existe ninguna política de seguridad alimentaria bien establecida y echada de andar y que esté funcionando”, mencionó.
Finalmente, Jacoby refiere que la emergencia alimentaria está directamente relacionada con una emergencia económica, la cual no solo dificulta el acceso a los alimentos, sino que complica las producción agrícola de los mismos.
“Estamos frente a un problema gravísimo por varios lados. Como podrás apreciar la agricultura intensiva industrial con estos productos que tienen factura sintética, está produciendo gran parte de los problemas de cambio climático que existe en el mundo y los estamos ya viendo también en el Perú. Tenemos serios problemas de salinidad y muchos lugares de concentración de nitrógeno que es maligno. Digamos en muchos lugares de cultivo y no se está haciendo aparentemente nada. Hay una emergencia agrícola por ese lado y una emergencia que deb