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02/12/2023
Alvaro Valdivia

Cada 40 segundos que pasan en el mundo una persona decide quitarse la vida según los datos que, la Organización Mundial (OMS), ha revelado en junio de este año. La alarmante cifra obtiene relevancia, ante la tensa situación que afronta el mundo por la pandemia. En el Perú, a los problemas de la crisis sanitaria, se suma la incertidumbre política que afecta directamente a la salud mental de millones de compatriotas.

Para el psicólogo clínico, Álvaro Valdivia, el suicidio es un problema latente de salud pública en nuestro país, por la cantidad de personas que opta por esa fatal decisión. Solo en el 2020, el Ministerio de Salud (Minsa), informó que se registraron más de 610 casos de peruanos que decidieron acabar con sus vidas.

“El suicidio es sinónimo de sufrimiento. Hay que mirarlo desde la empatía y la comprensión que, al final, resulta una estrategia terapéutica y humana. Si escuchamos a alguien que nos dice que quiere suicidarse y nos parece que lo dice de una manera obvia, pensemos que está sufriendo, porque una persona estable no busca llamar la atención con intento de suicidio”, indicó el primer suicidólogo del Perú.

Valdivia, advierte que numerosos mitos y falsedades, que se tejen alrededor de esta enfermedad, perjudican los métodos que buscan identificar los casos de posible suicidio, oportunamente. A esto se suman los tabúes para hablar sobre los pensamientos de autoeliminación que, muchas veces, están conectados con trastornos mentales, como la depresión y problemas como el alcoholismo.

“Algunas personas creen que es mejor no preguntarle a alguien si se quiere suicidar o no hablar del tema porque si se hace lo estaríamos promoviendo. Eso es falso y resulta lo opuesto ya que una persona con ideas suicidas desea que les pregunten para recibir ayuda”, explicó el especialista en entrevista a la plataforma digital EnConsulta.pe.

Para Álvaro Valdivia, un intento de suicidio no consumado representa un factor individual de mucho más riesgo para tener en cuenta. También agregó que, para dar los primeros auxilios psicológicos, se debe primero escuchar a las personas afectadas, preguntarle lo que siente y piensa para, finalmente, orientarlo a buscar ayuda.

“Es falso pensar que una persona que intenta suicidarse y no lo logra, no quiera hacerlo de nuevo. No se puede invalidar sus emociones. Es un mito decir que la gente que intenta suicidarse solo quiere llamar la atención y que lo mejor es no hacerles caso hasta que se les pase la crisis. Eso no es así. Cuando una persona manifiesta que se quiere quitar la vida es bueno que lo diga porque se le puede ayudar ante el sufrimiento que lleva”, puntualizó el psicólogo clínico.

El suicidio es la cuarta causa de muerte entre jóvenes, desde los 15 a los 29 años, a nivel global. El 77% de estos suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos, como el Perú, según indica la OMS.

Actualmente, el Minsa posee 205 centros de salud mental comunitaria en el país, en los que se atienden este tipo de enfermedades. Además, se ha habilitado la línea 113, opción 5, para una ayuda permanente y oportuna para la prevención del suicidio.

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