
Para el exviceministro de Salud, Enrique Jacoby, la industria alimentaria en el Perú no quiere informar adecuadamente a los consumidores sobre qué contiene cada uno de los productos que ponen a la venta, generando una barrera perjudicial en el bienestar de los ciudadanos. Aunque sí reconoció que hay una responsabilidad compartida, de ambos, en cierto aspecto.
“Desde el 2013, en el Perú, han sido sucesivas las veces que las industrias han intentado bloquear la Ley de Alimentación Saludable (N° 30021). Y es que la mayoría de personas en América Latina, no utiliza la información nutricional para tomar una decisión de compra correcta en beneficio de su salud. Pese a ello, las industrias tiene una posición activa en el Congreso de la República para que se tome una decisiones favorables para ellos”, enfatizó médico especialista en nutrición.
El especialista de la salud, destacó los grandes avances que se vienen logrando con la colocación de los octógonos de advertencia en productos que pueden resultar dañinos, si las personas lo consumen en exceso. Durante la entrevista, con la plataforma digital enconsulta.pe, propuso elevar las cifras de los tributos que deben pagar las empresas productoras, para crear una cultura de la regulación como se viene haciendo en Chile y México.
“Los productos que se venden con perjuicio a la salud de las personas, como por ejemplo el tabaco, la comida chatarra o el alcohol, tienen que pagar más impuestos y tener más restricciones para su consumo. Los octógonos lograron todo lo contrario a los que la industria quería evitar: son caros, directos y no hay matemáticas confusas. O sea, le dicen al consumidor “esto es muy alto en azúcar, grasas o sodio, evita su consumo” y esto ha persuadido a muchos consumidores, y eso no le gusta a la industria”, explicó el asesor en la reglamentación de la Ley Saludable.
El doctor Jacoby agregó que, los médicos deben luchar desde sus consultorios, contra millonarios proyectos publicitarios que son puestos en marcha por las empresas del rubro alimenticio, que pretenden vender por cualquier medio sus productos.
“El ministerio de Salud dispone de un presupuesto menor al 1,5% del total de los 31 mil millones de dólares que tienen las industrias para hacer sus publicidades. El valor del producto alimentario, en muchos casos, es cero o negativo. Sin embargo, hay un gran número de consumidores de algunas marcas que, por la publicidad, creen tener la sensación de modernidad”, advirtió el exviceministro de Salud. El médico especialista en nutrición asegura que, las empresas están tratando de convertir a la naturaleza en un producto industrial y calificó estos actos como “una cosa monstruosa”. Señaló, además, que a causa de esas decisiones, se impulsó la creación y uso de los transgénicos que, desde su perspectiva, son el reflejo de la negación de la naturaleza y que traerá preocupantes consecuencias ambientales que el Estado y los ciudadanos terminan pagando.