
La práctica de actividad física nos lleva con el tiempo en algunos casos a desarrollar cierto tipo de lesiones tales como contracturas musculares que originan lumbalgias, cervicalgias, cervicodorsalgias, estiramiento forzado de un músculo y su tendón, originando desgarros musculares, tendinitis, torsiones bruscas que pueden terminar en problemas articulares en ligamentos, cápsula articular entre otros. Todas ellas pueden ser totalmente prevenibles, si es que además de realizar el ejercicio que más nos guste realizamos antes y después algunas pautas que mencionaré a continuación:
- Hidratación previa, que no solo es el mismo día, sino un día previo.
- Dormir en forma adecuada 8 horas mínimo.
- Nutrición adecuada desde el punto de vista de buen consumo de antioxidantes, minerales, proteína y carbohidratos sanos.
- Estiramiento previo al inicio del ejercicio de las 4 extremidades además de la zona media.
- Calentamiento de 5 a 10 minutos del aparato cardiovascular previo a realizar nuestro ejercicio favorito.
- Realizar siempre trabajo de la zona media del cuerpo humano, esto debe generar un correcto balance entre los flexores (abdominales, rectos) y los extensores (cuadrado lumbar, extensores) de la columna, así tendremos un buen centro de gravedad.
- Escuchar a nuestro cuerpo. Muchas veces hemos entrenado bastante y notamos que un día estamos muy cansados por temas ajenos al deporte: stress, mal sueño, mala alimentación, etc. Debemos preferir descansar ese día, reponernos y dormir, para al día siguiente entrenar serio.
- Durante la mejora de la práctica deportiva, mientras avancemos nuestras habilidades, debemos buscar asesores que nos ayuden a perfeccionar nuestro ejercicio, o buscar libros o videos de autoayuda.
- Complementos nutricionales, siempre que sea necesario, según la intensidad de nuestro ejercicio.
- Música para motivar y entrenar a gusto.
Estos 10 puntos harán que nuestra práctica deportiva favorita sea divertida y no aburrida, además de no lesionarnos.