
Pese a los esfuerzos del gobierno por llegar a todo el país a través de “Aprendo en casa”, no se llega a igualar a la educación presencial, y comienzan las consultas de la reapertura de clases presenciales. Hay padres de acuerdo y en contra con esta medida. Porque si bien es cierto es importante el retorno a clases, este no puede ser obligatorio, y debe hacerse bajo todas las medidas de seguridad posibles.
“La pantalla nunca será un colegio y el colegio nunca será una pantalla, sin importar cuánto esfuerzo pongan los maestros o los alumnos. Porque eso los excede”, escribió hace unos días, Chiara Roggero, parte del colectivo “Volvamos a Clases Perú”, que pide al Ministerio de Educación “el retorno a clases presenciales de manera segura, voluntaria, flexible y paulatina”. Aunque muchos no lo saben, el ministerio ya inició esa tarea. “Según el último reporte, 2.581 instituciones de 11 regiones vienen prestando el servicio semipresencial. Más de 109 mil estudiantes y 7.500 docentes ya están trabajando”, nos dice José Carlos Vera Cubas, responsable de la Dirección General de Gestión Descentralizada del MINEDU.
Efectivamente, hay 25 mil instituciones educativas ya habilitadas para ámbitos rurales que cumplen con protocolos y criterios epidemiológicos. Además, acaba de iniciarse la vacunación de 200 mil profesores, directivos y administrativos de las escuelas rurales.
Regresar a clases sólo depende de cómo se seguirá desarrollando la pandemia, y que de llegar la tercera ola, esta no sea nociva. Pero para el colectivo “Volvamos a Clases Perú”, estas respuestas no son totalmente satisfactorias. “Esto no es un capricho de padres de colegios privados. Esta lucha tiene que ser hasta que todos los colegios se abran, porque quienes están sufriendo más no son los niños privilegiados que tienen todas las comodidades en su casa. Lo más preocupante es la educación pública. Lo que estamos viendo en todos los niños es una angustia y una depresión fuerte”, indicó Roggero.
No podemos negar que hay algo de real en las declaraciones de la integrante del colectivo “Volvamos a Clases Perú”. Es cierto que hay muchos niños que en el colegio ven incluso una ventana de salida al maltrato que existe en sus propios hogares, además de recibir un desayuno que tampoco hay en el hogar, sin contar con aquellos hogares que ahora tienen que lidiar con quién dejan a los niños mientras ellos van a trabajar.
LAS CIFRAS NO MIENTEN
97% de los estudiantes de la región se vieron privados de su escolaridad normal, según Unicef (noviembre 2020).
400 mil alumnos peruanos dejaron las clases el año pasado, según un informe de El Comercio y el IPE.
Nota original de El Comercio.